Cuando a uno lo presentan con alguien nuevo, lo llaman por su nombre, le preguntan su edad, su estudio y si se alarga la conversación si tiene pareja, hijos o a qué equipo de fútbol le va, en tiempos políticos es un buen tema el por quién votaste o si votaste o no, eso lleva la plática a un segundo plano, y hasta ahí, yo en realidad no estoy de acuerdo, porque conocer a alguien es más allá de eso, debería de interesarnos que si es de izquierda o de derecha, que si está del lado de la justicia, de las desigualdades, o es un conformista de la realidad, que si cree que el estudio es una palanca de evolución o que si sólo el trabajo nos lleva a trascender. Entonces acá unos puntos a considerar cuando conozcamos a una nueva persona, el ejercicio se basa en cómo yo me presentaría a alguien más:
-Abriría fuertemente diciendo que soy un tipo que no hace amistades fácilmente, que no creo en la hipocresía de saludos falsos ni de caras nuevas, que no creo tampoco en la apariencia basada desde la trinchera de la ropa nueva de marca o abrillantada. Podría perder a la nueva persona que estoy a punto de conocer pero si seguimos aquí va.
-Luego le diría que soy un izquierdista del lado de la desigualdad, un radical en contra del capitalismo pero que me siento imponente de no poder ir en contra, que aborrezco el conservadurismo político y que soy un crítico de un sistema autoritario lleno de libertades falsas, quizá ahí la cosa siga igual, a pocos nos interesa saber esto.
-Proseguiría proclamándome como un amante de las causas pérdidas, desde mis gustos por el fútbol, mi equipo es el que siempre pierde, desde mis gustos por políticos que llevan las de perder, soy un enamorado y esta se las concedo a todos los que creen que el amor es una causa pérdida, sí y en un principio soy amante de la vida que por naturaleza es una causa pérdida, desde que nacemos sabemos que algún día hay que morir.
-Confesaría mi enamoramiento por cosas intrascendentes que me sorprenden, como el sabor de un cigarro ( ah, si soy un fumador empedernido), que el sonido de un ave, que un instrumento, un paisaje, una canción, un juguete o hasta nuevas cosas que muchos ya se acostumbraron, a mi me sorprenden.
-Soy un enamorado declarado, ya lo repetí, pero soy de esos que piensa que una sola mujer es la de la historia de tu vida, soy un intolerante a las traiciones, soy de aquellos que piensa que una flor, una canción y unas letras siguen estando de moda para enamorar, soy de los que piensa que el amor perfecto si se puede, soy un ejemplo a la mandilonería y ahí les digo, ya perdí a la mitad de mis nuevos conocedores, muchos piensan que eso es imposible.
-Seguiría con mis defectos para algunos, para mi es cuestión de principios, soy un tipo que no perdona, no por rencoroso, sino porque la traición es algo imperdonable, para traicionar hay que querer lastimar y para querer lastimar hay que estar algo safado, soy de un carácter fuerte, me molestan cosas que muchos dejan pasar, soy difícil de convencer, soy un defensor de mis ideas, de mis pensamientos, de mis palabras y hasta de mis errores, no tolero a quienes no los defienden. Muchos harían una cara de sorpresa al escuchar mi confesión, pero ahí comprenderían que no me interesa a conocer nuevas personas.
-Soy de pocos amigos, de una sola mujer, de sueños, de escritos, porque me fascina escribir, soy leal, soy católico porque pienso que la tranquilidad y el alimento espiritual nos lleva a la paz, soy de los creyentes de que actuar bien nos trae buenas respuestas, no me rindo fácil, no creo en el fin justifica los medios, ambas deben de ser buenas, soy un luchador de la bondad, porque creo es la mejor manera de llevar una convivencia sana.
-Soy fanático del ron, de la arena, del cigarro, de la vida y del amor, un enamorado de las causas perdidas, estudiante eterno y no creo en conservar el dinero, creo en gastarlo en los demás para disfrutarlo más.
Así pues, digo yo, que uno se debería presentar para que la catarsis funcione y las amistades y conocidos llenos de falsedad e hipocresía se eviten, nomás digo pues.