Rincón del grillo/ Baño de pueblo

Hoy se inaugura este espacio llamado el Rincón del Grillo por una simple razón: se abordaran temas de lo político y de los actores que interpretan ese guión, los políticos y también de la política, ese termino acuñado a aquellos gustosos de discutir temas de interés público, grillar, no entiendo el origen de la palabra y ni la RAE lo explica, pero en este espacio, los miércoles intentaré convertir unas letras en un lugar virtual para grillar, quizá con fantasmas, o con la misma red, pero grillar al fin.

En esta primera edición hablaré de la ridícula calificada por muchos, plausible por otros y cercana el pueblo por los priístas;  fotografía y acción realizada por el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles de trasladarse desde Avenida Manuel Ávila Ca,macha hacia Palacio Estatal en camión  por la urgente necesidad, según los medios y boletines, de entender a los usuarios del trasporte público y trabajar en la mejora del servicio, para así hacer una tarifa justa, recordemos la discusión reciente del aumento de tarifas en este estado, que por cierto su contrincante en elecciones Enrique Alfaro frenaría con un recurso legal, que después a manera de operar del viejo PRI se adueñarían como suya.

Ese discurso del bien peinado gobernador de buscar las soluciones, de un gobierno cercano a la gente, de mejorar la calidad e incluso de jactarse por parte de su equipo de haber frenado la tarifa debido a la insuficiencia del servicio, son recursos demagógicos a los que deberíamos de estar acostumbrados, pero de eso a darse un baño de pueblo con las palabras falsas de cercanía con la gente en un ejercicio democrático hay un gran abismo.

En primer lugar la estrategia de aquella acción fue planeada con alevosía y ventaja, todos los medios esperando el momento en que el gobernador se acercara al punto, donde la noche antes se les había dicho que tomaría el camión era una faramalla más, que sin duda resultó positiva para el priísta, luego es de sobra explicar que por supuesto el gobernador llegó en su camioneta blanca polarizada desde su casa o casa Jalisco hasta aquel punto para pagar su tarifa y subirse al camión, donde por instrucciones de una señora tomó una libreta para anotar las necesidades de la gente, saludó al chofer y este, según la prensa no le tomó importancia a su usuario de lujo y manejó como siempre, de mala manera, esa no me la creo.

Bañarse de pueblo es una expresión que utilizan las personas que se sienten en una clase alta, pero como si estuvieran haciendo un favor a la clase más baja deciden convivir como y con ellos, en sus restaurantes, en sus calles o hasta en eventos como los conciertos e ir a las zonas donde comúnmente no suelen ir, ponerse en los zapatos del de la clase baja por simple imagen, apariencia o diversión, eso es bañarse de pueblo, y subirse a un camión para salir en portadas como un gobernador cercano a la gente no es otra cosa que eso, un baño de pueblo. Si bien, aplaudo la voluntad de escuchar y entender al usuario del transporte público, la manera y la forma de comunicarlo no es para nada plausible, aunque el baño nadie se lo quita señor gobernador.

Deja un comentario