Al Ingeniero que no necesitó arquitecto, ni albañiles, ni obreros, ni fontaneros, no necesitó de otras manos más que las suyas, no necesitó de otro cerebro más que el suyo, experto en determinar los momentos de tensión de las estructuras, las vigas incapaces de desquebrajarse con un temblor, conocedor del movimiento del viento para construir siempre a favor de él y no en contra, analítico de las estructuras sencillas y complejas, de las uniones, de la presión, del volado, del cielo, de la cimentación y la profundidad de una estructura para no rendirse, maestro y mencionado en construcción en su natal Chile es profeta en el mundo de lo que un Ingeniero puede hacer del futbol.
Lo puede convertir en una construcción majestuosa y estética, fue capaz de cambiar un submarino por una torre, un puente o un edificio moderno del nuevo planeta llamado Dubai, convirtió a un equipo segundero en uno de elite, comandado por un capitán de origen pecho frió que a mando del Ingeniero fue un pilar fundamental, un tal Riquelme talentoso y crack, sin embargo las circunstancias lo bajaron de la obra sin poder terminarla, otro ingeniero vino y deshizo lo que él tanto construyó, ahora el reto era mayor.
La reconstrucción de una mansión blanca, a punto de desquebrajarse, era una especie de remodelación, sacó sus dotes artísticos y detallistas para hasta en el último raspón quedara esbelta y hermosa, así convirtió a un equipo de estrellas en uno de récords, es el ingeniero con su exactitud preferida, el de mejor efectividad de construcción de aquella obra majestuosa, poca pieza para él, todo un ingeniero civil, lo suyo no es embellecer sino construir.
Por eso sin necesidad de planos, con cerebro, con genialidad, como el mejor de los civiles empezó por la excavación a capas y la medición de humedad de la tierra, luego la cimentación plagada de estructuras holandesas, brasileñas y españolas probadas en otras construcciones, luego el colado perfecto, el resane, los detalles y el montado estético, así el Málaga, construcción del principio a fin del Ingeniero Civil Manuel Pellegrini fue tan protagonista como cualquier otro, fue víctima de la injusticia, pero un ingeniero, exacto y preciso no entiende de cosas humanas, él entiende la precisión y la exactitud de una obra maestra indestructible, y sabe que ese Málaga merece otro lugar. Un lugar en la construcción, en la ingeniera y en la elite mundial.