Muchos que nos son aficionados a este deporte que mueve masas, sobre todo en Latinoamérica y más en México se harían esa pregunta, incluso he escuchado a amigos que piden que no vaya al mundial porque para esas fechas planean tener hijos y su ginecólogo se quiere ir a ver a México a Brasil, o tienen proyectos grandes de trabajo y que México no fuera al mundial permitiría que sus proyectos se desarrollaran. Durante el “gobierno” de Chepo, se perdieron miles y miles de aficionados que prefirieron dejar de sufrir con la Selección Nacional, incluso algunos se declararon divorciados del fútbol.
No podemos negar que en México el futbol representa mucho, además de representar los momentos de familia, de unión, de convivencia, de apuestas. Representa para muchos, mucho más que eso. Para algunos el futbol representa la única alegría de sus días, para otros una pasión que llevan en el corazón, una frustración y entrega, capaz de dejar toda una quincena en el precio de un boleto. Para muchos una distracción más y para otros muy amargados, el circo que el gobierno da al pueblo. Cada quien tendrá su definición, pero sin duda como dice Galeano: “El futbol es un reflejo de la sociedad” más allá de todo, tiene mucha razón, desgraciadamente el futbol mexicano es un reflejo de México, nos guste o no, pero esa es otra historia.
¿Y si México no va al mundial qué? Además del dinero que perdería la federación, Televisa, los medios, los patrocinadores y los jugadores, nada. Si México no va al mundial no pasa nada, incluso hasta mejoraría. Se repensaría ciertamente hacer una revolución, planes a largo plazo, mejoría de las ligas y de la copa, se reformarían los reglamentos, el pacto de caballeros, el lugar de los jugadores, los estadios, los entrenadores, la calidad del futbol. Incluso se pedirían asesorías serias en Selección Nacional, nombres como el de Bielsa serían una realidad. Los medios se abrirían por completo, ESPN y otras compañías tendrían partidos exclusivos. Sería una liga seria y un futbol de gran calidad. Se olvidarían al fin las liguillas y las absurdas jornadas dobles, se jugaría los lunes de noche, es decir se apelaría a la lógica.
Eso en el futbol, en la sociedad, dejaríamos a un lado esa pasión que en ocasiones nos ciega. Voltearíamos al golf, al tenis o a la NFL. Nos interesaría por ejemplo más la carrera de Luis Rivera o Daniel Corral, seríamos más aficionados al beisbol o incluso nos pintaríamos las caras y vestiríamos de verde al Ángel con un triunfo de México en el mundial de Basquetbol o una clavada de Gustavo Ayón en la NBA. Cambiaríamos de ídolos e invertiríamos nuestro tiempo y dinero quizá en otras formas de recreación. Pondríamos sin lugar a dudas en al cuerda floja a Televisa y TvAzteca urgidas de una revolución.
Si México no va al mundial no pasaría nada extraordinario. Nos entristeceríamos un poco o un mucho, sin embargo el cambio sería bueno, claro está, si lo que se escribió en los párrafos pasados sucede, pero como vivimos en un país invadido por la corrupción, por los malos pensamientos, por los intereses propios y siempre a beneficio del que tiene poder y dinero, probablemente nada cambie.
Probablemente y es lo más seguro que México irá al mundial, y me alegro mucho por eso, no sabríamos qué hacer sin México en el mundial, me alegro mucho y de seguro todos lo harán,
pero no nos caería nada mal que no fuera, no nos caería nada mal caernos de los escalones y empezar de nuevo. ¡México, hasta en el futbol me dueles!