Hacia una democracia ¿de neta? o ¿del PRI?

La crisis del modelo económico que se lleva entre las patas al modelo democrático nos ha planteado en los años pasados y cada que el contexto lo amerita, como unas elecciones, un ataque violento, una manifestación, etc. Que es urgente cambiar de modelos o fortalecer los mismos. En mi particular punto de vista encuentra fundamental, en lo que democracia se refiere, fortalecerle y crear nuevos mecanismos que la hagan funcional y un sistema que garantice ciudadanía y el pleno cumplimiento de los derechos civiles, sociales y políticos. El regreso del PRI al poder el año pasado parecía un retroceso a todas estas ´peticiones, y no solamente parecía sino que lo es. Human Rights Watch, organización mundial respeta por la vigilancia de los derechos humanos ha comunicado al gobierno mexicano su incapacidad para atender y solucionar problemas que tienen que ver con los derechos humanos, lo que nos permite a caer las esperanzas en cuanto a la transformación democrática.

Sin embargo algunas movidas estratégicas y mediáticas han posicionado al presidente Peña en la opinión pública como un presidente de acuerdos y democrático, en cuanto a democracia procedimental se refiere, es decir esa democracia que se basa en la manera de tomar decisiones, elegir representantes, etc. El Pacto por México en papel establecía un acuerdo político entre los tres partidos más importantes, en vías del desarrollo nacional, todo a un año de distancia parece ser más una fiesta al presidente y pagos políticos que un gobierno de coalición. Pero lo que trae hoy esta entrada son las portadas de los periódicos y la decisión de reformar los procesos de transparencia en el país, aunado con el anuncio de un gobierno digital.

Y es que en el proceso de la democracia es fundamental ser transparente, sobre todo y por obligación con los recursos públicos, es decir, ¿a dónde va el dinero de mis impuestos? algunos desconocían o desconocen que se va a las arcas de los partidos y sindicatos, por ejemplo, que antes no eran ni un pelito de obligados a rendir cuentas. Ahora tendrán por obligación y si un ciudadano lo exige explicar en qué se gasta el dinero y cómo se hace. Lo mismo pasará con fideicomisos y fondos. La duda me queda en que si los proovedores de gobierno por ser dinero público aunque en empresa privada también serán transparentados, debería porque según se establece: todo el dinero público tendrá que ser transparentado. Es decir, el votante o ciudadano dependiendo de los tiempos electorales, sabrá en qué se gasta su dinero. Un avance aunque uno mayor sería elegir en qué gastarlo (presupuesto participativo) pero esa es otra historia de democracia.

Casi para cerrar, lo del gobierno digital es una herramienta que permite al ciudadano hacer uso de las instituciones de gobierno para su tramites con mayor facilidad, sentirlo cercano, útil y que trabaja. Porque un grueso considerable de ciudadanos solo acuden al gobierno cuando hay que realizar un tramite y cuando ese proceso es lento, corrupto y complicado la percepción de gobierno es igual. Un acierto para el gobierno de Peña, ahora hay que ver hasta que punto la tecnología acerca al gobierno con sus gobernados, no solo en tiempos electorales sino en el mero proceso de decisión, habrá que esperar. Por ahora estos dos avances que transparente y hacen horizontal a la estructura administrativa del gobierno nos dejan una duda: ¿es democracia de neta o ficción del PRI?

Gobierno digital

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