Los supercampeones nunca serán campeones
Este equipo japonés prometía más que cualquier otro, Barak Fever, periodista joven y ácido de ESPN daba pro ello que los asiáticos iban a dar un papel muy digno, y sí, así lo hicieron, digno de su continente y es que los asiáticos tienen fama y conozco pocos de fríos, secos, si fiesteros y alegres pero a la hora de sentir, fríos, ese equipo comandado por el talentosísimo Honda y el internacional Kagawa tenía en al perfección, en el toque y la velocidad posibilidades de avanzar ala siguiente ronda, como mínimo y ni eso, quizá sea que como dicen, los ojos son la ventana del alma, a los japoneses que los tienen casi cerrados, no se les puede salir el corazón, juegan con la misma expresión perdiendo o ganando. Así nunca serán campeones del mundo, ni siquiera los supercampeones podrán hacerlo, si alguna vez sabemos qué pasó en el mundial de 2002 cuando Hyuga y Atom corrían hacia la portería rival.
De mordiscos y muelas picadas
Luis Suárez no merece más discusión, vaya que es el mejor delantero del momento y es un tipo talentosísimo, lo mismo decíamos de Cantona, de Valderrama y de Garrincha. Jugadores que la indisciplina los dejó en un lugar especial en al historia del futbol en el estante de los que pudieron ser y no fueron, ahí está destinado Luis Suárez, por una simple razón, en el futbol ni en al vida, ni en las calles de Uruguay, Inglaterra o de México puedes andar quitado de la pena mordiendo a la gente, no es sano y hasta puedes ir a la cárcel; la FIFA analiza si serán dos años, puede ser justo, pero nadie borra que este jugador de grandísimas cualidades pasó de ser el heredero del Príncipe Francescoli al sustituto de Cantona en las planas.