La amistad

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En una de esas pláticas de las que uno quiere guardarlas en la eternidad tal y como ocurrieron (cosa que nunca ocurre porque los recuerdos cada vez que son recordados llevan un mucho de nuestra cosecha, es decir, son mejores o peores, según nos haya hecho sentir, pero de eso hablamos en otro momento), en esa plática debatíamos sobre el significado de la amistad. Coincidimos en ciertas características que debe tener un amigo o amiga. Sin embargo, desde esa conversación no puedo dejar de pensar en lo fácil y barato que es la palabra amigo y lo difícil y complejo que es ser uno o considerar a algún otro.

En esa plática citamos a Sófocles quien decía que el que prescinde de un amigo, es como si prescindiera de su vida. Hoy no podemos decir eso, porque nuestros amigos han cambiado conforme al tiempo y las circunstancias, pero quizá no esté mal Sófocles sino nosotros, quizá hemos malbaratado el concepto de amistad que hemos prescindido de amigos, pero ellos no lo eran, según la visión de Sófocles. Otro filósofo de la época decía que los amigos son lo más importante de la vida y otro más que los amigos requieren tiempo y que por eso no podemos tener muchos, porque nuestro tiempo es limitado.

Todos tienen razón, un amigo necesita tiempo, tiempo de calidad, de escucha, de conversación, de compartir un detalle, un momento, una llamada o un mensaje. Pero no es para sentirnos mal en relación a un amigo al que no le dedicamos tiempo sino para conformarnos, no podemos tener muchos amigos, es imposible, al menos que no tuviéramos vida social, familiar, académica o laboral. Los amigos necesitan tiempo.

Aquel que afirma que los amigos son lo más importante en la vida tiene mucha razón, con esto no subestimo el valor del amor entre una pareja, al contrario lo maximizo: quienes tengan en su pareja sentimental a un amigo o amiga, lo entenderán. Desde mi punto de vista, deben ser la mayoría, porque como ya describí, un amigo necesita tiempo y convivir un gran porcentaje de tu tiempo con tu pareja sentimental, lo convierte en el primero de los amigos. Los segundos, deben ser los hermanos, por la misma razón, el tiempo promedio que convivimos con ellos debe ser un tercio de nuestra vida en promedio y un poco más, por eso y por todas aquellas amistades que nos arrancan una sonrisa, una alegría, una tristeza, un enojo, una lágrima o un brindis, que son señales de que estamos vivos es porque aquel filósofo decía que son los más importantes en la vida.

Ergo, no puedes prescindir de un amigo, porque prescindir de él significaría prescindir de esos recuerdos, esos que para mí son los que definen una amistad: somos recuerdos, lo que nos hace sentir esos recuerdos, experiencias y memorias que quedan en una fotografía en nuestra mente, prescindir de ello, de esas alegrías, de esos sentimientos que nos hacen vibrar, prescindir de un amigo es morir de a poco, quedarte sin un poco de vida y prescindir significa olvidar esos recuerdos, porque al final del día, un amigo requiere tiempo, pero la vida que es tan dura no nos da el que quisiéramos, entonces el poco que tenemos lo invertimos en generar esos nuevos recuerdos.

Mucho gira alrededor del tiempo y como bien dicen, es lo único que no regresa.

 

 

Photo by Alan Chen on Unsplash

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