El día de hoy me tomaron protesta como director de participación ciudadana del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco; sin duda, hasta hoy, es la segunda responsabilidad más grande de mi vida, la primera nació el 9 de julio de 2017.
Tengo que escribir el proceso de designación, para que la huella digital se lleve como testigo, como por primera vez en la historia de ese Instituto una persona menor a los 30 años ocupará una dirección. Y es que el Reglamento de Elecciones establece que para ocupar ese cargo, uno tiene que tener 30 años y al menos haber estado titulado 5 años, tras un Juicio, el Tribunal Electoral determinó que esas medidas son inconstitucionales por desproporcionales y además discriminatorias, así, el Instituto Electoral podría nombrarme sin incumplir algún requisito.
Uno siempre es demasiado joven o demasiado viejo para cualquier cosa en la vida.
Ante ese reto que me emociona, entusiasma y me compromete solo tengo que decir que estoy demasiado joven para aguantar lo que venga y eso es una ventaja. Además, estoy convencido de que la paz de esta nación se construye desde la cultura, el arte, el deporte, la comunidad y la participación ciudadana: este país va a cambiar con ese rumbo o no habrá cambio. La paz se construirá así o no habrá.
Me emociono y me tengo que despedir de algunas cosas.
Es público que coordino CIMTRA en Jalisco y aunque la Ley de Incompatibilidad en Jalisco me permite seguir ocupando ambos cargos, mi convicción moral no. Por el bien de CIMTRA Jalisco y por el respeto al nuevo cargo que ocuparé, he decidido suspender el activismo público en CIMTRA Jalisco por un tiempo indefinido; ¿por qué indefinido?, por una sencilla razón; el futuro es indefinido.
Ocuparé un perfil bajo ahí y apoyaré esas causas siempre y cuando, no se falte a mi responsabilidad y sea por el bien de CIMTRA Jalisco y a nivel nacional.
CIMTRA Jalisco tendrá su proceso de renovación en diciembre, mes en el que mi periodo como coordinador cumple 4 años, el tiempo suficiente para cerrar un ciclo. ¿Quién suplirá? Eso será su decisión. La mía, entre la emoción y la nostalgia es ocupar una nueva posición donde se active la participación ciudadana para generar mejores gobiernos,mejores ciudades y un mejor país, ese con el que he soñado desde mis ensayos chafas en la prepa, desde mi convicción por estudiar mi profesión y toda mi carrera profesional desde la función pública y la sociedad civil.
El nuevo reto enfrente está chido. Las convicciones no se mueven. Ahí me encuentran, con el mismo ánimo de siempre, de poner a los ciudadanos al centro y dejar un mejor mundo para Luis Javier y el bebé que viene (traía torta).